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Los jardines del palacio

El castillo de Berlanga

Un castillo medieval y una fortaleza artillera

Castillo medieval

El castillo medieval

Sus orígenes no son claros a día de hoy. Algunos autores hablan de la existencia de una pequeña fortaleza a mediados del siglo X, en los momentos en los que se traslada la frontera Media del Califato de Toledo a Medinaceli. Sin embargo, lo que si podemos señalar, es la existencia de alguna plaza fuerte a finales de este siglo a tenor de las noticias y la aparición de Berlanga en las continuas incursiones y escaramuzas bélicas en la zona. La mayoría de los autores que hablan de esta posibilidad no definen áreas concretas de esta construcción o aluden a restos ya desaparecidos.

Más claras son las noticias de una fortaleza en la siguiente centuria, cuando Fernando I en 1059 toma Gormaz en el Alto Duero, dirigiéndose luego a Vadorrey (hoy despoblado), y más tarde a Berlanga, donde los musulmanes no se fueron sin antes romper la muralla por distintos lugares. Durante las dos centurias y media siguientes el castillo va a aparecer recurrentemente junto a la villa, por ejemplo cuando a finales del siglo XIII el infante Don Enrique lo toma como centro de sus operaciones en las luchas por el trono de Castilla, o cuando, ya en el siglo XV, Juan de Tovar se refiere a él como propiedad suya. A mediados del siglo XV, su hijo, Luis de Tovar, modificará la fortaleza preexistente, algo que podemos comprobar en la torre del homenaje, que es modificada, añadiendo las garitas y borjes de la parte superior

 

El cuerpo de entrada

El cuerpo de entrada del castillo medieval estaba compuesto por una rampa, un puente levadizo y una puerta fortificada. La rampa estaba adosada a la pared frontal del castillo y protegida en su lado externo por una barrera baja. Se prolongaba hasta el cuerpo de la puerta fortificada quedando un espacio libre, a modo de foso, delante de la puerta.Sabemos que, al menos en el siglo XV este espacio estaba cubierto por un puente levadizo que se abatía contra la pared este de la torre del homenaje. Una vez pasado el puente se accedía al castillo por medio de una puerta fortificada o torreada.

Esta puerta fortificada, de planta cuadrangular, además de proteger la entrada al castillo defendía el único acceso a la torre del homenaje.

La torre del homenaje

La torre del homenaje es un edificio complejo formado por dos cuerpos, uno de ellos de planta cuadrangular y el otro de planta trapezoidal, y estructurado en cinco alturas, la planta baja y cuatro pisos contando con la terraza. El acceso a la torre se lleva a cabo por la segunda planta a través de una estrecha puerta defendida por el popularmente llamado “castillete”, que no es más que el acceso o puerta principal del castillo medieval. Actualmente se encuentra restaurado y en su momento contaba con defensas que se extendían hacia ambos lados del muro. La parte superior de la horre presenta garitas en las esquinas traseras y en la parte central de los muros, en tanto que las dos esquinas delanteras están rematas por dos borjes a modo de contrafuertes que recubren las esquinas desde la base hasta la parte más alta. Los cuatro muros de la torre están coronados por parapetos almenados en los que se intercalan saeteras o aspilleras de palo y orbe. Estas garitas y borjes moldurados, de influencia de la escuela vallisoletana del siglo XV, presentan ocho escudos dispuestos en las esquinas y mitades de los muros de la torre, correspondientes a los abuelos de Luis de Tovar y María de Guzmán, su mujer, señores de Berlanga en aquella época.

Los patios

El castillo medieval presenta una planta rectangular y está dividido en dos patios: el patio de armas localizado en la parte oeste y el residencial o palaciego en la parte este. Este último se trataba de un patio interior con soportales de columnas góticas, empedrado con cantos de cuarcita y estructurado en torno a un aljibe central que recogía de aguas pluviales y del que todavía se conservan dos estructuras subterráneas: un aljibe revocado con cal y un pasillo que une el depósito con el sumidero de aguas.

Por su parte, el patio de armas presenta una planta cuadrangular y gracias a recientes excavaciones en su esquina oriental se ha documentado la existencia de un arsenal en la parte septentrional pegado al muro, donde se hallaron cinco bolaños de piedra. Estas labores arqueológicas afectaron igualmente a la puerta de entrada del castillo medieval, lo que permitió leer la evolución estructural de esa parte del recinto castrense, diferenciando además varias unidades estratigráficas murarias de diferentes épocas.

Fortaleza

La fortaleza artillera

En 1482 María de Tovar, señora de Berlanga, se casó con Iñigo Fernández de Velasco quien, en 1512 tras la muerte de su hermano, heredó los títulos de Duque de Frías y Condestable de Castilla. El matrimonio jugó un papel fundamental en defensa del rey durante la Revuelta de las Comunidades (1520-1522), Iñigo como general de las tropas y María notificándole a Carlos I el desarrollo y evolución de la guerra que estaba teniendo lugar en Castilla. Esta participación acarreó graves consecuencias para los Duques, que llegaron a estar sitiados y ser atacados en la Casa Del Cordón de Burgos durante dos días. Parece ser que estos acontecimientos fueron claves en la posterior decisión de erigir una nueva fortaleza en Berlanga que fuera capaz de resistir los envites de la artillería ante posibles futuras revueltas.  

La fortaleza de Berlanga comenzó a construirse entorno a 1523-1524, rodeando el antiguo castillo medieval de los Tovar. Conocidos expertos, como el maestro cantero Lope de Isturizaga, trabajaron en su levantamiento. No obstante, ignoramos el autor de su diseño, si bien se han barajado varios autores como Diego de Vera, Antonio de Malpaso, Tadino di Martinengo o el propio Lope de Isturizaga que, dada su experiencia en la construcción de estas fortalezas, es posible que también se hiciera cargo de su diseño.

A finales de 1527 murió María de Tovar y su heredero, Juan de Tovar, prefirió destinar sus recursos a otras construcciones de la villa, relegando el remate de las nuevas defensas para un futuro que nunca llegó.

Cubos y bóvedas

Los cubos, por norma general, son cilíndricos. Los dos delanteros presentan una bóveda casamata en su interior que divide la estructura en dos alturas. En la parte alta de las bóvedas se localiza un agujero que hace las veces de salida de humos a la vez que arroja algo de luz a su interior. El nivel superior estuvo cubierto con tejados de estructuras de madera, aun así este nivel contó con pequeños desagües para evacuar las aguas de refrigeración de los cañones. 

Los cubos traseros, carentes de bóvedas, estuvieron estructurados en tres niveles con forjados de madera y cubiertos por un tejado. Tanto unos como otros únicamente tienen troneras para proteger los flancos, de buzón en el nivel inferior y de redientes en el superior.

Cañoneras y parapetos

Las cañoneras bajas de los cubos son de tipo de "buzón", como se denominan habitualmente. Su ventaja es que el cañón no asoma por el exterior del muro En la fortaleza de Berlanga la boca interior de las troneras es cuadrangular.

Los muros se encuentran rematados en su parte superior por parapetos alamborados, que tienen un remate curvo que ocupa todo el grosor del muro.Su función es evitar una esquina vulnerable, reforzar el muro sustituyendo las débiles almenas medievales y permitir que los cañones disparen por encima.

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